Sin contestarme.

Debí alejarme para sanar aquella herida… aquella herida huérfana que brotó entre los dos… aquel vacio de culpas sin dueño que no he probado vivirlas. Que jamás estuvieron a mi alcance. Siempre estuvieron calcadas nuestras presencias en mi habitación. ¿Es el momento? No encuentro las postales de aquel resfrío. Trato de verme en tu lugar y vuelvo a situarme en tus palabras. ¿He de purgar mis besos en tus recuerdos? Me dejaste lastimar para aprender… aprender que mis hombros solo soportan a uno de los dos y por más que pueda solo debo caminar... sobre tu intuición. Miro el cielo y alcanzo estrellas. Hacia alguna de ellas se irá aquel terco nudo si en mis pensamientos termino en tu ilusión. Quisiera verte feliz pero en alguna otra página...